¿ERES LA SUMATORIA DE TUS PASADOS?
- Mauricio Batallas Bustamante

- 10 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Una apregunta icónica de todo aprendiz, es: dime ¿quién eres? o ¿quién soy? Cuando uno contesta -Soy Mauricio- te dicen: NO, ese es tu nombre. Uno responde, entonces soy profesional. Y te refutan: NO, eso es que haces, y así por el estilo. Hasta que uno queda sin respuestas.
Quizá, lo que mejor uno puede contestar es: soy la sumatoria de mis pasados. ¿Así de simple? Pues no. No es así de simple.
Es que la sumatoria implicaría una línea recta donde los sucesos se acumulan y encajan hasta complementar una ecuación predecible. Pero no existe un ser humano que pueda escenificar tal sumatoria, ya que la vivencia humana es impredecible, incierta y llena de matices. Por esto, aunque los pasados cuentan, no todos están en tu presente. Permíteme una explicación a través de tres conceptos: SIGNIFICANCIA, FIGURA DE SEGURIDAD y SOCIEDAD.
Veámoslos de cerca.
No todos los pasados se encuentran vigentes haciendo tu presente, o por lo menos, no en la misma intensidad. Aquellos que han marcado tu historia hasta este momento de tu vida, son los que han sido significantes.
La significancia de un pasado podría determinarse por el grado de impacto emocional que causó en tu vida o por el el grado de utilidad que halló ese hecho en tu historia. Es que el cerebro humano guarda todo aquello que nos ha sido útil para reutilizarlo como medio de defensa de la vida. Se trata de un archivo emocional que permite la activación de alertas ante cuestiones previamente vividas y que hayan sido identificadas como peligros o atentados contra la vida. Si un hecho tuvo una característica significante emocionalmente para ti, a la edad que sea, este se ha quedado y forma parte de lo que eres hoy, indudablemente. En muchos casos, estos sucesos significantes permanecen en ti, inconclusos y deben ser tramitados para que hoy, tu vivencia considere que sí pasó, pero no está pasando.
“Cuida tu futuro, pues es el resultado de tu vivencia presente, pero también recuerda que ningún pasado es determinante de ningún futuro.”

La figura de seguridad es esencial en la historia que cuentas de tu vida en la actualidad. Sobre el apego, John Bowlby planteaba que se trata de la relación con esa persona, usualmente la madre, que atiendió tus necesidades de manera prioritaria y con la urgencia debida. Sin embargo, esta figura de apego, al tener la condición de ser el espacio creíble de tu desarrollo tuvo, y en algnos casos, tiene, también el poder de armarte o desarmarte con una mirada o una palabra. Aquello que consideras como verdadero, funcional, bueno, deseable, o por el contrario, deplorable, castigable, etc., tiene como vertiente de origen a esta o estas figuras de apego, seguridad o protección. Tu vida ha sido marcada por esta mirada con gran profundidad hasta hoy, incluso si has hecho el firme propósito de dejar esta visión del mundo, simpre quedará un rasgo que te identifique.
A tu pasado y tu presente les atraviesa el contexto en el que sucedió y está sucediendo. De manera independiente de la posición económica o el éxito que ostentes, el contexto de tu pasado tiene gran importancia en tu presente. No existe una cuestión hoy, que no se encuentre marcada por los amigos, las carencias y/o los lugares de tu pasado. Cada paso y en cada decisión, te sabes en esa instancia que ha contemplado tu crecimiento.
A tu pasado y tu presente les atraviesa el contexto en el que sucedió y está sucediendo tu vida.
Como verás, no eres la sumatoria de tus pasados simplemente, sino solo de aquellos que han tenido la característica de ser significantes, provenientes de tus seres de seguridad y en un contexto específico. Si consideramos que hoy vives el pasado de tu futuro, enfocate en lo significante para tramitarlo de tal manera que se convierta en una historia digna de ser contada. Visualiza y reconoce a tus seres de seguridad, para que nada impropio llene tu jardín mental, y procura un contexto social que apoye tus procesos de crecimiento.
Cuida tu futuro, pues es el resultado de tu vivencia presente, pero también recuerda que ningún pasado es determinante de ningún futuro.























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